«Dejar el mundo atrás» de Rumaan Alam

 

Autor: Rumaan Alam

Traducción: Jofre Homedes Beutnagel

Género: Thriller doméstico

Editorial: Salamandra

Páginas: 320

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Amanda y Clay se dirigen a un rincón remoto de Long Island con la idea de tomarse un descanso de su ajetreada vida en Nueva York: un respiro de fin de semana en una casa de lujo en compañía de su hijo y su hija. Sin embargo, el hechizo se rompe de madrugada, cuando Ruth y G. H., una pareja mayor, llama a la puerta: son los propietarios de la casa y se han presentado allí en estado de pánico con la noticia de que un apagón repentino ha barrido la ciudad. De repente, las dos familias empiezan a presenciar extraños fenómenos de la naturaleza, como una manada de ciervos que huye despavorida y siembra el caos en el jardín.

 

Escritor estadounidense, Rumaan Alam (1977) es hijo de padres bangladesíes que emigraron a Estados Unidos en los años 70. Alam se formó en Escritura en el Oberlin College. Sus textos han aparecido en reputados medios como el New York Times, The New Yorker, The Wall Street Journal o New Republic, donde trabaja como editor. Además copresenta dos podcasts de Slate, medio en el que ejerce como columnista. En lo literario ha publicado las novelas That Kind of Mother, Rich and Pretty y Leave the World Behind, nominada al National Book Award en 2020 y primera obra de Alam en traducirse al castellano como Dejar el mundo atrás.

Como opiniones hay muchas, voy a dar la mía.

La premisa con la que comenzó esta novela me gustó mucho. Amanda y Clay junto con sus dos hijos, Archie y Rose, han alquilado una casa espectacular para pasar una semana de vacaciones lejos de la ruidosa y estresante ciudad de Nueva YorK. La casa no podía hallarse en mejor ubicación. En un paraje de verdes bosques donde reina el silencio y la tranquilidad. Una noche, cuando los niños ya se han acostado, alguien llama a la puerta de entrada de la casa. Al parecer las dos personas que se encuentran en el umbral son los propietarios de la casa que tras un apagón masivo ocurrido en la costa este de Estados Unidos decidieron acercarse a su segunda residencia. Clay y Amanda aceptan que se queden en la casa cuando algo imprevisible comienza a cambiar en la naturaleza. Hasta los animales comienzan a tener un comportamiento extraño.

« ¡Fumar te ligaba a la historia! Era un acto patriótico (o al menos lo había sido) como tener esclavos o matar a los cheroquis» 

Durante toda la novela se sostiene un aura de incertidumbre y de mundo distópico. Resulta que el planteamiento me gustó desde el principio. Que la naturaleza o el planeta tal como lo conocemos puedan colapsar o cambiar de manera extraña que hasta los animales comienzan a tener un comportamiento poco habitual me resultó atractivo. 

'Dejar el mundo atrás', de Rumaan Alam - Foto: Salamandra

En esta novela impera el buen gusto por la escritura. La impresión que me dio de la narrativa del autor es de una calidad suprema (uso y giros de metáfora, ingeniosas ironías, giros de trama). No puedo nada más que reconocer el rico lenguaje de Rumaan Alam y su estilo personal que imprime un ritmo propio a la narración, más reflexivo y contemplativo que rítmico, para relatar unos hechos con algunas pocas sorpresas o para abrir espacios de interés en los que seguir profundizando (las clases sociales en Norteamérica, el patriotismo americano, los sesgos raciales y la supremacía blanca, la ayuda al prójimo o la paternidad). Es una novela que deja que el lector saque sus propias conclusiones e invita a la reflexión posterior. Además me permito apuntar que aporta una historia de actualidad (la dependencia a la electricidad y sus consecuencias)

«La ciudad era el colmo de lo antinatural, un cúmulo de acero, vidrio y dinero: la energía eléctrica era fundamental para su existencia. Una ciudad sin luz era como un pájaro sin vuelo, un accidente de la evolución» 

Los personajes son tratados como elementos para crear un clima de tensión y angustia. El narrador peregrina hábilmente por los seis personajes para enriquecer la visión del lector y la puesta de escena que ha creado para nosotros: la grandiosidad del bosque, el silencio exterior, la naturaleza con sus códigos ocultos, la silente ciudad de Nueva York e incluso el planeta entero y lo que está por llegar. Sobre Amanda y Clay recae el rol de padres preocupados por salvaguardar la integridad familiar y los terrores propios de perder a sus hijos o miedos inherentes a su posición de adultos. En cambio, George y Ruth, el matrimonio de sesenta años que huye de la caótica ciudad buscando refugio en su casa del bosque acusan de falta de profundidad.

A pesar de que en un principio me hizo sentir incómoda, la ambiciosa propuesta que planteaba de la existencia de algo despiadado y del cambio hacia un mundo distópico lleno de incertidumbres y de cosas que no se pueden explicar se fue diluyendo quedando en la superficie de la ansiedad de unos padres preocupados por el futuro de sus hijos.

«Hay que ver lo ruidoso que es el silencio» 

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«Que disfruten del viaje. Con suerte os llevará a lugares que nunca imaginaron» 

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