«El gran Gatsby (Edición centerario)» de Francis Scott Fitzgerald


Autor: Francis Scott Fitzgerald
Traducción: José Manuel Álvarez Flórez
Ilustración: Ignasi Blanch 
Género: Ficción Contemporánea
Editorial: Nórdica Libros
Páginas: 208

Edición conmemorativa del centenario de la primera edición. 

El gran Gatsby, publicada en 1925, ha sido considerada en numerosas ocasiones la mejor novela norteamericana del siglo xx. La historia se desarrolla en Nueva York y Long Island en los años veinte del pasado siglo y retrata de una manera brillante esos locos años de las fiestas, el jazz y el desenfreno previos a la Gran Depresión. Nick Carraway deja el Medio Oeste y llega a Nueva York en la primavera de 1922, una época de relajamiento moral y contrabando, en la que la bolsa sube como la espuma. Nick, que busca su propia versión del sueño americano, tiene como vecino a un misterioso millonario, Jay Gatsby, muy popular por sus impresionantes fiestas. Al otro lado de la bahía viven Daisy y su mujeriego marido, Tom Buchanan.


                                       
Fitzgerald, Francis Scott Francis Scott Fitzgerald (Saint Paul, 1896 – Hollywood, 1940). Considerado uno de los más importantes escritores estadounidenses del siglo xx y portavoz de la «Generación Perdida». Su obra refleja el desencanto de los privilegiados jóvenes de su generación, aquellos norteamericanos nacidos en la última década del siglo xix, a quienes les tocó madurar durante la Primera Guerra Mundial y que arrastraban su lasitud entre el jazz y la ginebra. Sus obras están escritas con un estilo elegante y situadas en fascinantes decorados. Destacan A este lado del paraíso (1920),  Suave es la noche (1934) y, por supuesto, El gran Gatsby (1925). 


                                      

Como opiniones hay muchas, voy a dar la mía.

𝑬𝒅𝒊𝒄𝒊ó𝒏 𝒄𝒐𝒏𝒎𝒆𝒎𝒐𝒓𝒂𝒕𝒊𝒗𝒂 𝒅𝒆𝒍 𝒄𝒆𝒏𝒕𝒆𝒏𝒂𝒓𝒊𝒐 – 1925-2025

𝑼𝒏𝒂 𝒉𝒊𝒔𝒕𝒐𝒓𝒊𝒂 𝒃𝒓𝒆𝒗𝒆, 𝒉𝒆𝒓𝒎𝒐𝒔𝒂 𝒚 𝒕𝒓𝒊𝒔𝒕í𝒔𝒊𝒎𝒂. 𝑪𝒐𝒎𝒐 𝒖𝒏 𝒔𝒖𝒆ñ𝒐 𝒒𝒖𝒆 𝒔𝒆 𝒅𝒆𝒔𝒉𝒂𝒄𝒆 𝒂𝒍 𝒂𝒎𝒂𝒏𝒆𝒄𝒆𝒓.

Hay libros que uno lee por “deber literario” y otros que se leen porque algo en ellos te llama sin que sepas por qué. Y a veces, solo a veces, esas dos cosas coinciden. El gran Gatsby fue eso para mí. Lo había leído hace años, como quien cumple con una lectura “obligatoria”. Pero ahora, con esta edición conmemorativa entre las manos, algo cambió. Me detuve más. Sentí más. Entendí más.

Esta novela es breve, sí. Apenas unas 200 páginas. Pero lo que cuenta, y sobre todo cómo lo cuenta, deja una huella profunda. Hay una belleza triste en cada línea, una sensación constante de que el tiempo se escapa, de que lo que amamos está siempre un poco fuera de nuestro alcance.

La historia es la que muchos conocen: Nick Carraway, un joven que llega a Nueva York buscando su lugar, se convierte en el vecino del misterioso Jay Gatsby, millonario encantador y obsesionado con recuperar a Daisy, un amor perdido entre nieblas y promesas rotas. Pero lo que parece una historia de amor imposible es, en el fondo, una reflexión brutal sobre los sueños, la ambición, la fragilidad de lo que creemos eterno.

Gatsby, con sus fiestas llenas de desconocidos, su mirada perdida al otro lado de la bahía, su esperanza terca y desesperada, me rompió un poquito el corazón. Es un personaje inolvidable. Vulnerable, ridículo a veces, pero profundamente humano. Y eso es lo que hace que esta historia aún resuene, cien años después.

Lo que más me impresionó esta vez fue la tristeza contenida en la narración. Nick observa, describe, intenta entender. Pero hay una melancolía silenciosa en sus palabras, una especie de desencanto suave que va calando poco a poco. Es como si estuviera contando algo hermoso que ya sabe que está condenado al olvido.

Esa frase final... te deja con un nudo. Porque todos somos un poco Gatsby: queremos regresar a algo que idealizamos, a una versión de nosotros que ya no existe. Y la vida, como el mar, nos lleva siempre hacia adelante, aunque el corazón se empeñe en mirar atrás.

¿Lo recomiendo?

Sí. Sin dudas. No solo porque es un clásico. Sino porque El gran Gatsby es un recordatorio de todo lo que la literatura puede hacer: conmover, deslumbrar, doler… y acompañarnos.

Un siglo después, sigue siendo un faro brillante entre las ruinas del sueño americano.

                                           

𝑨𝒒𝒖í 𝒗𝒂 𝒎𝒊 𝒐𝒑𝒊𝒏𝒊ó𝒏 𝒑𝒆𝒓𝒔𝒐𝒏𝒂𝒍, 𝒔𝒊𝒏 𝒇𝒊𝒍𝒕𝒓𝒐𝒔: El gran Gatsby me dejó un sabor agridulce. No porque no me gustara, al contrario, , sino porque tiene esa forma de doler bonito, de meterse en ti con frases que parecen inofensivas y luego te das cuenta de que se te han quedado pegadas al alma.

Jay Gatsby es uno de esos personajes que te parten un poquito por dentro. Lo entendí más esta vez. Su manera de aferrarse a un sueño imposible, de intentar repetir el pasado como si el amor pudiera congelarse en el tiempo… ¿Quién no ha querido, al menos una vez, hacer retroceder el reloj? Lo suyo no es solo una historia de amor frustrado: es una lucha desesperada por no dejar ir lo que ya no puede ser.

Y luego está esa tristeza elegante que lo envuelve todo. Como si cada escena, las fiestas, los paseos, las conversaciones, estuviera escrita con un filtro sepia. Hay belleza, pero también decadencia. Hay brillo, pero también vacío.

No puedo decir que sea una lectura “fácil” emocionalmente. Pero sí es una de esas novelas que te siguen hablando incluso cuando ya la has cerrado. Que te invitan a mirar tu propia vida y preguntarte por tus “Daisys”, tus sueños dorados, tus bahías al otro lado de la noche.

Leerlo en su centenario es como mirar una foto antigua que, aunque no sea tuya, te conmueve. Porque habla de todos. De lo que fuimos, de lo que quisimos ser… y de lo que, en el fondo, seguimos buscando.

«Mi casa era una ofensa para la vista, pero una ofensa leve, y se había pasado por alto, así que yo tenía una vista al mar, una vista parcial del césped de mi vecino y una consoladora proximidad de millonarios» 
           
«𝑸𝒖𝒆 𝒅𝒊𝒔𝒇𝒓𝒖𝒕𝒆𝒏 𝒅𝒆𝒍 𝒗𝒊𝒂𝒋𝒆. 𝑪𝒐𝒏 𝒔𝒖𝒆𝒓𝒕𝒆 𝒐𝒔 𝒍𝒍𝒆𝒗𝒂𝒓á 𝒂 𝒍𝒖𝒈𝒂𝒓𝒆𝒔 𝒒𝒖𝒆 𝒏𝒖𝒏𝒄𝒂 𝒊𝒎𝒂𝒈𝒊𝒏𝒂𝒓𝒐𝒏»

#𝒚𝒐𝒍𝒆𝒐𝑵𝒐𝒗𝒆𝒍𝒂, ¿𝒚 𝒕ú?


7 comentarios:

  1. Ależ to musi być piękne wydanie.

    ResponderEliminar
  2. Hola, la leí hace años y me gustó mucho. Tu reseña me ha dejado con ganas de releerla. La edición además me parece preciosa, tengo algún libro de Nórdica y me encanta. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  3. Gracias por al reseña. Tengo pendiente ese libro. Te mando un beso.

    ResponderEliminar
  4. hola
    solo he visto la peli pero no sabia que era asi de corta la lectura; a lo mejor y si lo llego a leer ^^
    saludos

    ResponderEliminar
  5. ¡Hola! Cada año intento leer algún que otro clásico y El gran Gatsby se acaba de convertir en mi primera opción :)
    Besitos

    ResponderEliminar
  6. Hola gracia spor la reseña es un libro que tengo pendiente desde hace mucho tiempo, saludos

    ResponderEliminar
  7. Paso de puntillas porque lo tengo pendiente y es uno de esos que llevo tiempo queriendo leer sí o sí. Me quedo con tus buenas sensaciones. Viendo que se cumplen 100 años, será mi próxima lectura. De este año no puede pasar.

    Un beso ;)

    ResponderEliminar

data:newerPageTitle data:olderPageTitle data:homeMsg