Autor: Juan Antonio Jiménez TorresIdioma: CastellanoPublicación: 27 de octubre de 2023Género: Ciencia FicciónEditorial: AmazonPáginas: 230
Madrileño de mediados de los setenta del siglo pasado, no resulta fácil encasillar a Juan Antonio, pues tenemos ante nosotros a un personaje poliédrico. Si nos atenemos meramente a su formación nos encontramos ante un matemático, mientras que desde una perspectiva puramente laboral su carrera se ha desarrollado dentro del marco de la informática. Mas si nos detuviéramos aquí, la semblanza de Juan Antonio quedaría notablemente incompleta, pues a estos aspectos de su biografía, enfocados ambos al campo de las ciencias, hay que añadir su vertiente humanística, entre las que destacan su pasión por la historia y la literatura. La primera le llevó a ser uno de los fundadores en 2009 de La Gatera de la Villa, revista digital sobre la historia y el patrimonio madrileño, publicación de la que llegó a ser director; la segunda le ha impulsado a escribir Mutagénesis Convergente, novela con la que inicia su andadura literaria.
Mutagénesis Convergente de Juan Antonio Jiménez Torres, es una novela que empieza como ciencia ficción dura, de la que te habla de biología, astrofísica y robótica como si lo tuvieras delante en una pizarra de laboratorio, pero que poco a poco se convierte en algo más: un relato humano sobre ambiciones, lealtades y la necesidad de confiar en los demás aunque eso te deje cicatrices.
La premisa ya engancha: Carmen Arístegui descubre leyes capaces de predecir cómo evolucionará un organismo (casi como si la vida tuviera su ecuación secreta). Eli Hadid, astrofísico con un proyecto de vela solar bajo el brazo, se cruza con ella. Y Alonso Echegaray, un magnate que ha hecho fortuna vendiendo ecología, quiere construir el campus científico definitivo en mitad de La Mancha. ¿Qué puede salir mal? Pues básicamente todo: sabotajes, grupos integristas, espionaje, intereses cruzados… y en medio de todo eso, una idea lo bastante loca como para cambiar el rumbo de la humanidad.
Lo brillante es que la novela nunca se queda solo en el laboratorio ni en los tecnicismos. Sí, hay ciencia (y bien explicada, incluso para quienes somos de letras puras y sufrimos con las mates), pero lo que realmente late es la parte humana: Carmen arrastrando heridas, Eli dudando de dónde poner su lealtad, Alonso peleando en un tablero donde los enemigos no solo se sientan en consejos de administración.
El tono recuerda por momentos a los clásicos de Asimov, esas intrigas que mezclan ciencia y ética, pero con sabor actual y un aire solarpunk: energías limpias, respeto al medioambiente y la idea de que la ciencia puede ser motor de esperanza y no solo de destrucción.
Y sí, tiene acción, giros sorprendentes y un final que te deja con la ceja arqueada, pero sobre todo te lanza preguntas de las que no se quitan de encima: ¿para qué queremos avanzar?, ¿a quién le sirve ese futuro que estamos construyendo?, ¿qué precio estamos dispuestos a pagar por llegar más lejos?
Vale, lo confieso: pensé que me iba a perder entre tecnicismos y palabros científicos… pero no. El autor tiene esa capacidad de explicarte biología, astrofísica o robótica sin que se te funda la neurona. Y encima lo hace mientras te cuela intriga, emoción y personajes que se sienten vivos.
Me ha flipado Carmen, por todo lo que carga a sus espaldas y cómo aun así sigue adelante; me ha encantado Eli, con sus dudas y su humanidad; y Alonso… bueno, Alonso es de esos magnates que no sabes si abrazar o tirarle una piedra (aunque acabas entendiendo su obsesión).
Lo que más me ha gustado es que no es solo ciencia ficción para frikis de la ciencia (que también la van a gozar), sino una historia que habla de confianza, de perseverancia y de cómo los sueños locos a veces necesitan gente igual de loca para hacerse realidad.
¿Lo recomiendo? Sí. Si te mola la ciencia ficción que te hace pensar pero también entretenerte, dale. Si buscas tiros, alienígenas o explosiones a lo Hollywood, aquí no. Esto es más elegante, más reflexivo… pero igual de adictivo.
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