Autora: Maria ParrTraducción: Cristina Gómez-BaggethunIustración: Zuzanna CelejGénero: Novela Juvenil - A partir de 10 añosEditorial: Nórdica LibrosPáginas: 240
Tania Val de Lumbre de Maria Parr, es un soplo de aire fresco en la literatura infantil y juvenil. Una historia que brilla por su ternura, su humor y su manera de celebrar la infancia sin idealizarla.
Tania, pelirroja, valiente y con los rizos tan rebeldes como su carácter, vive en un remoto valle noruego junto a su padre. Su madre, científica en Groenlandia, le enseña desde lejos que el amor también puede resistir el hielo. Su mejor amigo es Gunnvald, un hombre de 74 años que toca el violín y cocina como los dioses. Juntos forman un tándem inolvidable, entre carcajadas, confidencias y aventuras que empiezan con un trineo y acaban, muchas veces, en un lío monumental.Maria Parr escribe con una naturalidad que emociona. Logra capturar la esencia de crecer: las pequeñas alegrías, las decepciones que nos enseñan y la lealtad que nos salva. La ambientación, ese Val de Lumbre tan nórdico, lleno de nieve, risas y silencios, se siente viva, casi como un personaje más.
Y las ilustraciones de Zuzanna Celej son una maravilla: delicadas, evocadoras y con ese tono poético que acompaña la historia sin opacarla. Es el cuarto libro juvenil que leo de Maria Parr, y todos tienen algo en común: dejan una huella cálida y luminosa. Todo lo que publique esta autora, lo leeré sin pensarlo.
Maria Parr me ha vuelto a conquistar. Tania Val de Lumbre me hizo reír, emocionarme y recordar lo que era vivir cada día como si fuera una aventura nueva. Tania no es solo un personaje: es pura vida. Su energía, su sentido del humor y su manera de enfrentarse al mundo me desarmaron por completo.
He sentido el cariño entre Tania y Gunnvald como algo real y profundo, de esos lazos que trascienden edades. Cuando él enferma, se me encogió el corazón. Pero, como siempre hace Parr, el amor y la esperanza se abren paso entre las lágrimas.
Hay algo mágico en cómo la autora convierte lo cotidiano en algo extraordinario. Leerla es como volver por un rato a la infancia: sincera, curiosa y sin filtros. Terminé el libro con una sonrisa y una sensación de gratitud, por la historia, por los personajes y por recordarme que la vida, incluso con sus líos, puede ser preciosa.
Y recordad: Tania Val de Lumbre (como todos los libros de Maria Parr) es perfecta para lectores a partir de 10 años… pero también para adultos como yo, que seguimos buscando historias que nos hagan sentir, reír y soñar un poco más.
«En esta vida hacen falta dos cosas. Velocidad y autoestima»




















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