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«Lena, Theo y el mar» de Maria Parr




Autora: Maria Parr
Traducción: Cristina Gómez-Baggethun 
Iustración: Zuzanna Celej
Género: Novela Juvenil - A partir de 10 años
Editorial: Nórdica Libros
Páginas: 264

Lena, Theo y el mar es la continuación del exitoso Corazones de gofre. Los libros de Maria Parr tienen cientos de miles de seguidores en todo el mundo, y es considerada la nueva Astrid Lindgren. ¡A veces Lena puede ser realmente desagradable! ¿Por qué siempre lo hace todo tan difícil? Eso es lo que Theo, su mejor amigo, se pregunta. Este año va a ser especial. Tienen una nueva amiga, Birgitte, una niña muy dulce que viene de Holanda. Sin embargo, Lena tiene muchas razones para estar enojada: el nuevo entrenador de fútbol siempre la mantiene en el banquillo, el hermanito que anhela nunca llega y la expedición al mar con la nueva balsa resulta ser un fiasco. Y el abuelo… ¡Casi les da un susto! Esta es la historia de un año lleno de aventuras en Terruño Mathilde. Lena, Theo y el abuelo nos demuestran otra vez que pueden con todo.

                                       
(Fiskå, 1981). Escritora noruega. De pequeña ya era una narradora entusiasta, y mantenía despiertos a sus tres hermanos hasta altas horas de la madrugada con sus cuentos. Parr comenzó a escribir historias en la escuela. Estudió Lenguas y Literatura Nórdicas en la Universidad de Bergen. Actualmente es profesora a tiempo parcial en la escuela secundaria en Vanylven. Los libros de Maria Parr han ganado muchos premios, entre ellos el Luchs, el Premio Brage, el Silbernen Griffel y el Prix Sorcière. Su trabajo también ha sido publicado en numerosos países con mucho éxito. En 2015, recibió por Corazones de gofre el Súper Premio que otorga la prestigiosa revista Andersen de Italia al mejor libro del año.


                                      
Como opiniones hay muchas, voy a dar la mía. 

Después del entrañable Corazones de gofre, María Parr nos invita a regresar a Terruño Mathilde, ese pequeño rincón noruego donde las aventuras y los afectos se mezclan con el olor del mar y el sonido de las olas.

En esta nueva entrega, Lena, Theo y el mar, reencontramos a Lena, la niña más valiente, impulsiva y testaruda que uno pueda imaginar, y a Theo, su inseparable amigo, paciente, reflexivo y lleno de corazón. Pero este año será distinto: hay una nueva amiga, Birgitte, llegada desde Holanda; un entrenador de fútbol que no valora a Lena como debería; un abuelo que asusta con un susto de salud; y una balsa que, aunque prometía aventuras, acaba siendo un desastre.

La autora vuelve a regalarnos una historia llena de humanidad y ternura, donde los pequeños dramas de la infancia se sienten tan grandes como el propio fiordo que rodea el pueblo. Lena no siempre acierta, pero es imposible no quererla. Y Theo… Theo es ese amigo que todos querríamos tener, el que se queda cuando todo parece torcido.

Maria Parr escribe con una sensibilidad especial, capaz de capturar el caos y la belleza de crecer sin perder el humor ni la dulzura. Su estilo recuerda, con razón, a Astrid Lindgren: una mirada luminosa, divertida y profunda sobre la infancia.

Y, como siempre, las ilustraciones de Zuzanna Celej aportan una capa más de magia: delicadas, envolventes y con esa atmósfera que hace que uno quiera quedarse a vivir dentro de sus páginas.

Lena, Theo y el mar no es solo una historia sobre la amistad y la aventura; es también un retrato del paso del tiempo, de las frustraciones, del deseo de pertenecer y del amor en todas sus formas: el que une a los amigos, el que sostiene a la familia, el que hace que sigamos adelante aunque las cosas no salgan como esperamos.

                                           

Aquí va mi opinión personal, sin filtros:

Ya conocía a Lena y Theo de Corazones de gofre, una historia que me robó el corazón y que aún asocio con tardes de infancia, risas y gofres recién hechos. Volver a Terruño Mathilde ha sido como reencontrarme con unos viejos amigos: más grandes, más conscientes del mundo, pero igual de adorables y reales.

Lena me ha hecho reír y enfadar casi a partes iguales. Es pura vida, pura contradicción. Y Theo… Theo es ese tipo de personaje que te gana con los silencios, con la lealtad, con su ternura sin dramatismos. Entre ambos hay una complicidad que no necesita grandes gestos, solo miradas, palabras torpes y momentos compartidos.

María Parr tiene una habilidad preciosa: logra hablar de temas importantes: la amistad, la pérdida, el deseo de ser visto y comprendido, sin perder nunca la ligereza. Todo fluye con naturalidad, con humor y con una verdad que desarma.

Y no puedo no mencionar las ilustraciones de Zuzanna Celej: cada página es un soplo de calma, un abrazo visual que acompaña a la historia sin eclipsarla.

Cuando terminé el libro, cerré las tapas con una sonrisa melancólica. Porque Lena, Theo y el mar no es solo una historia para niños. Es una historia para cualquiera que haya tenido un amigo del alma, un abuelo sabio o un sueño que parecía imposible.

Ojalá todos pudiéramos volver, de vez en cuando, a nuestro propio Terruño Mathilde: ese lugar donde la vida, con todos sus líos, todavía sabe a sal, a risa y a gofres calientes.

«Está todo tan bien hecho, Theo, que la mayoría de lo que estropeamos en este mundo podemos arreglarlo después»
           
«𝑸𝒖𝒆 𝒅𝒊𝒔𝒇𝒓𝒖𝒕𝒆𝒏 𝒅𝒆𝒍 𝒗𝒊𝒂𝒋𝒆. 𝑪𝒐𝒏 𝒔𝒖𝒆𝒓𝒕𝒆 𝒐𝒔 𝒍𝒍𝒆𝒗𝒂𝒓á 𝒂 𝒍𝒖𝒈𝒂𝒓𝒆𝒔 𝒒𝒖𝒆 𝒏𝒖𝒏𝒄𝒂 𝒊𝒎𝒂𝒈𝒊𝒏𝒂𝒓𝒐𝒏»

#𝒚𝒐𝒍𝒆𝒐𝑵𝒐𝒗𝒆𝒍𝒂, ¿𝒚 𝒕ú?


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«Fantástica historia de amor» de Sophie Divry


Autora: Sophie Divry
Traducción: Íñigo Jáuregui
Publicación: 23 de junio de 2025 
Género: Ficción Contemporánea
Editorial: Nórdica Libros
Páginas: 432 


JáureguiPremio a la Mejor Novela para el Verano de France Bleu y las Librerías independientes de Francia.

Bastien, inspector de trabajo en Lyon, debe investigar un accidente: un trabajador de una empresa de tratamiento de residuos ha muerto aplastado por una compactadora. Maïa, periodista científica, acude al CERN, el prestigioso centro de investigación nuclear de Ginebra, para escribir un artículo sobre el cristal centelleador, un nuevo material cuyas propiedades desconciertan a sus inventores. Bastien se entera de que el accidente fue en realidad un homicidio. Maïa descubre que el experimento salió mal. Su tía, física en esa importante institución europea, le pide ayuda para deshacerse de este cristal que se ha vuelto tóxico… Esta deslumbrante novela que toma prestados los códigos del thriller es también una historia de amor: el inesperado encuentro de un hombre solitario y una mujer que ha hecho de su independencia una muralla.


                                       

(Montpellier, 1979). 

Activista de los movimientos feministas, ha ejercido el periodismo en publicaciones como La Décroissance y Le Monde Diplomatique. En sus cuatro novelas, Divry ha sometido a crítica diferentes aspectos de la sociedad del momento: explora la soledad en Signatura 400, las creencias religiosas en Journal d’un recommencement, la insatisfacción cotidiana en La condition pavillonnaire. Es reconocida como una de las novelistas más destacadas de la nueva generación de narradores franceses.

                                      

Como opiniones hay muchas, voy a dar la mía. 

Lo fascinante de Fantástica historia de amor es que nunca sabes del todo qué estás leyendo: ¿un thriller? ¿un romance? ¿un retrato de soledades? En realidad, es todo eso a la vez.

Sophie Divry juega a mezclar géneros, atmósferas y registros con una naturalidad sorprendente: empieza como un thriller con tintes científicos, sigue como una intriga social y termina siendo, sí, lo que promete el título, una historia de amor. Pero no de esas que se adivinan a kilómetros, sino de las que se construyen paso a paso, con silencios, resistencias y el vértigo de lo inesperado.

La trama se abre con dos hilos aparentemente inconexos. Por un lado, Bastien, inspector de trabajo en Lyon, investiga la muerte de un operario en una planta de tratamiento de residuos. Lo que parece un accidente se revela pronto como homicidio, y el hallazgo abre un abanico de sospechas sobre intereses ocultos y prácticas empresariales turbias.

Por otro lado, Maïa, periodista científica, viaja al CERN para cubrir un proyecto revolucionario: un cristal centelleador que podría transformar el futuro de la investigación nuclear. Sin embargo, lo que encuentra es un experimento fallido, un material convertido en amenaza, y la petición desesperada de su tía, física en el instituto, para deshacerse de aquello que nunca debió salir de los laboratorios.

Cuando ambos mundos colisionan, lo que surge no es solo el cruce de dos investigaciones, sino el encuentro entre dos personajes aparentemente opuestos: Bastien, un hombre marcado por la soledad y la rutina, y Maïa, una mujer que ha hecho de su independencia una coraza. El choque entre ellos no resulta inmediato ni previsible: es áspero, lleno de dudas, pero también profundamente humano.

Lo más fascinante de esta novela es cómo Divry logra que la tensión de un thriller científico conviva con la intimidad de una historia de amor. El suspense no desaparece, los intereses económicos, las conspiraciones y el misterio del cristal sostienen el pulso narrativo, pero en medio del peligro late una pregunta esencial: ¿qué pasa cuando alguien irrumpe en tu vida y la tambalea justo cuando habías aprendido a vivir en soledad?

El estilo de Divry es ágil, pero nunca superficial. La autora trenza diálogos tensos con descripciones precisas, alternando lo técnico con lo íntimo, lo colectivo con lo personal. Hay momentos que parecen sacados de un informe periodístico, y otros que rozan la confesión íntima. Esa oscilación es la que da a la novela su carácter único.

En definitiva, Fantástica historia de amor es mucho más que un thriller disfrazado de romance o una historia romántica envuelta en conspiraciones científicas. Es un relato sobre dos personas que se encuentran en medio del caos, y que descubren que la mayor revolución, más allá de la ciencia o la justicia, puede ser simplemente dejarse afectar por el otro.

                                           


Aquí va mi opinión personal, sin filtros:

Esta novela me atrapó porque lo tiene todo: ciencia, misterio, suspense… y una historia de amor que no se ve venir, pero que, cuando llega, golpea fuerte. Confieso que lo que más disfruté fue el choque de personalidades entre Bastien y Maïa: él, gris y metódico; ella, independiente hasta la terquedad. Y ver cómo, poco a poco, esas murallas se resquebrajan me pareció más emocionante que cualquier giro de la trama.

Me encantó cómo Sophie Divry maneja lo científico sin convertirlo en un muro inaccesible para el lector. Habla de cristales, experimentos y conspiraciones, sí, pero con un pulso narrativo que nunca te deja fuera. A ratos parece que estás leyendo un thriller a lo Michael Crichton; en otros, una novela intimista francesa. Y esa mezcla es un gustazo.

Si tengo que ponerle un “pero”, sería que en algunos pasajes la parte técnica puede hacerse un poco densa. Pero a mí eso me dio igual, porque lo importante, lo que se queda contigo, es el viaje de dos personajes que no esperaban encontrarse y que terminan descubriendo que quizá, solo quizá, no estaban tan condenados a la soledad como pensaban.

Lo terminé con esa sensación de haber leído algo distinto, de esos libros que no encajan del todo en una etiqueta y que por eso funcionan tan bien.

«Es una de las reglas básicas no llegar nunca el primero. El primero que llega a una fiesta es un perdedor»
           
«𝑸𝒖𝒆 𝒅𝒊𝒔𝒇𝒓𝒖𝒕𝒆𝒏 𝒅𝒆𝒍 𝒗𝒊𝒂𝒋𝒆. 𝑪𝒐𝒏 𝒔𝒖𝒆𝒓𝒕𝒆 𝒐𝒔 𝒍𝒍𝒆𝒗𝒂𝒓á 𝒂 𝒍𝒖𝒈𝒂𝒓𝒆𝒔 𝒒𝒖𝒆 𝒏𝒖𝒏𝒄𝒂 𝒊𝒎𝒂𝒈𝒊𝒏𝒂𝒓𝒐𝒏»

#𝒚𝒐𝒍𝒆𝒐𝑵𝒐𝒗𝒆𝒍𝒂, ¿𝒚 𝒕ú?


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«La habitación alemana» de Carla Maliandi



Autora:Carla Maliandi
Idioma: Castellano
Publiación: 2 de octubre 2024
Género: Ficción Contemporánea
Editorial: Barrett
Páginas160

La habitación alemana consigue contar, con extrañeza y distanciamiento, la historia de un personaje paralizado en un paréntesis en su vida. La protagonista, una treintañera de la cual desconocemos su nombre, viaja a Heidelberg, ciudad cargada de recuerdos familiares y ecos del pasado, y allí se enfrenta a situaciones tan absurdas como trágicas, sin lograr entender su propio papel dentro de ellas, hasta un final extraño a la vez que inolvidable. Este es el extraordinario debut de Carla Maliandi, una «novela de no aprendizaje», sin moraleja ni crecimiento personal (porque tú también odias los libros de autoayuda, ¿verdad?). «La habitación alemana fue un disfrute mientras la escribía. Escribir sin pensar en publicar es una bendición».

                                       
La argentina Carla Maliandi (1976) es dramaturga, escritora, directora teatral y docente. Cursó grado y posgrado de Actuación en la Universidad Nacional de las Artes, en Buenos Aires. Su primera novela, La habitación alemana, nació en talleres literarios impartidos por Julián López y Selva Almada. Fue publicada originalmente en su país por la editorial Mardulce en 2017, ha sido traducida al inglés, francés, alemán, portugués, se han vendido sus derechos cinematográficos y fue nominada para el Premio Liberaturpreis de la Feria del Libro de Frankfurt. Su segunda novela, La estirpe (Random House, 2021), fue una de las finalistas del Premio Fundación Medifé Filba y también se va a traducir al inglés y al portugués. Como dramaturga ha escrito y dirigido siete obras y ha participado en múltiples festivales a nivel nacional e internacional. Actualmente es profesora de escritura en la Universidad Nacional de las Artes.

                                      
Como opiniones hay muchas, voy a dar la mía. 

Hay libros que no vienen con lecciones de vida ni frases de taza motivacional, y menos mal. La habitación alemana es de esos: una historia que no quiere ser terapia ni manual de autoayuda (¡gracias, Carla, por ese regalo!), sino un viaje extraño y magnético que se lee casi de un tirón.

Aquí seguimos a una protagonista sin nombre, y eso ya dice mucho, una treintañera que huye de su vida en Buenos Aires y se planta en Heidelberg, ciudad de su infancia. ¿Con qué se encuentra? Con un edificio de habitaciones baratas, personajes rarunos que entran y salen, y la incomodidad de estar en un sitio que no acaba de ser suyo. 

Lo curioso es que mientras lees no esperas moralejas, pero sin querer te descubres pensando en tus propias fugas, en esos momentos en los que todos quisiéramos pulsar el botón de reset. A veces la narración es tan gris como un invierno alemán, otras veces surrealista, casi absurda, y en otras hasta cómica. Esa mezcla es lo que hace que no quieras soltarlo. 

Carla Maliandi escribe con una voz honesta, que no busca adornos innecesarios. Y eso engancha. Es como si te sentaras a escuchar a una amiga que te cuenta algo raro que le pasó… y de pronto te das cuenta de que estás metidísimo en su relato. 

                                           

Aquí va mi opinión personal, sin filtros:

Esta novela me atrapó porque no promete nada y, sin embargo, lo da todo. No busca enseñarte, pero te remueve. Es rara, áspera, humana y muy, muy adictiva. Yo no sé si la protagonista encontró respuestas en Heidelberg, pero yo encontré una lectura de esas que se quedan rondando en la cabeza y que vuelves a recordar en momentos insospechados.

Quizá, y lo digo con un “quizá” muy grande, el único “pero” que algunos lectores podrían ponerle es que está escrita en argentino. Hay quien puede sentirse algo incómodo o incluso cansado con ciertos giros idiomáticos. A mí, en cambio, me ocurrió lo contrario: ese detalle me metió aún más en la historia. Sentí que la voz de la narradora era completamente real, como si estuviera leyendo una carta escrita solo para mí. Esa cercanía, ese tono íntimo y directo, hizo que la lectura me resultara todavía más verosímil y emocionante.

Y ese final… ¡ay, ese final! Tan inesperado, tan poco convencional, que no lo vi venir, pero cuanto más lo pienso, más creo que no podía haber otro mejor. O quizá sí… 

En definitiva, La habitación alemana no es una historia que busque moralejas ni grandes respuestas, pero sí es una experiencia literaria honesta y profundamente humana.

«No existe mejor cosa en el mundo en este momento que la soledad de mi cuarto alquilado, mi guarida europea sin lujos pero llena de confort, los fuertes postigos de la ventana, el edredón blanco, la almohada impecable»
           
«𝑸𝒖𝒆 𝒅𝒊𝒔𝒇𝒓𝒖𝒕𝒆𝒏 𝒅𝒆𝒍 𝒗𝒊𝒂𝒋𝒆. 𝑪𝒐𝒏 𝒔𝒖𝒆𝒓𝒕𝒆 𝒐𝒔 𝒍𝒍𝒆𝒗𝒂𝒓á 𝒂 𝒍𝒖𝒈𝒂𝒓𝒆𝒔 𝒒𝒖𝒆 𝒏𝒖𝒏𝒄𝒂 𝒊𝒎𝒂𝒈𝒊𝒏𝒂𝒓𝒐𝒏»

#𝒚𝒐𝒍𝒆𝒐𝑵𝒐𝒗𝒆𝒍𝒂, ¿𝒚 𝒕ú?


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«Corazones de gofre» de Maria Parr

 


Autora: Maria Parr
Traducción: Cristina Gómez-Baggethun
Ilustraciones: Zuzanna Celej
Género: Novela Juvenil - A partir de 10 años
Editorial: Nórdica Libros
Páginas: 176

En un pequeño pueblo de la costa noruega, Terruño Mathilde, viven Lena y Theo. Ella es intrépida, di vertida y muy aventurera. Él, la mente serena de los dos. Son amigos del alma, aunque Theo a veces necesitaría que se lo dijeran, un poco más a menudo, como a todos por otra parte. Lena vive sola con su madre y, de vez en cuando, piensa que le gustaría tener un padre. Theo tiene una hermana adoptada en Colombia y un abuelo flaco y arrugado, que vive en el sótano de su casa y al que adora. Lo que más les gusta es compartir los ricos y calentitos gofres de la tía abuela y pasar el día juntos corriendo aventuras que, alguna que otra vez, están a punto de terminar en catástrofe, por parte de la alocada Lena. Éste es el reino de Lena y Theo. ¿Te vienes a conocerlo?

                                       
(Fiskå, 1981). Escritora noruega. De pequeña ya era una narradora entusiasta, y mantenía despiertos a sus tres hermanos hasta altas horas de la madrugada con sus cuentos. Parr comenzó a escribir historias en la escuela. Estudió Lenguas y Literatura Nórdicas en la Universidad de Bergen. Actualmente es profesora a tiempo parcial en la escuela secundaria en Vanylven. Los libros de Maria Parr han ganado muchos premios, entre ellos el Luchs, el Premio Brage, el Silbernen Griffel y el Prix Sorcière. Su trabajo también ha sido publicado en numerosos países con mucho éxito. En 2015, recibió por Corazones de gofre el Súper Premio que otorga la prestigiosa revista Andersen de Italia al mejor libro del año.

                                      
Como opiniones hay muchas, voy a dar la mía. 

En el pequeño pueblo costero de Terruño Mathilde, la vida tiene su propio ritmo, marcado por las risas, las travesuras y los gofres recién hechos. Lena es pura chispa: intrépida, divertida y capaz de liarla parda en cualquier momento. Theo, más tranquilo y reflexivo, la acompaña como su amigo del alma, aunque a veces solo necesita que alguien le recuerde lo importante que es.

La historia está contada desde los ojos de Theo, y eso hace que todo se sienta más cercano y auténtico. Vemos sus deseos, sus miedos y sus alegrías con una sinceridad que solo un niño puede transmitir. Theo quiere que Lena sepa que siempre contará con él, y Lena sueña con tener un padre para compartir su cumpleaños. Al final, ambos nos recuerdan que todos buscamos afecto y cercanía en nuestra vida.

Maria Parr consigue que la novela sea mucho más que una historia juvenil: sus personajes son reales, las situaciones divertidas y tiernas a la vez, y todo ello se enmarca en paisajes y escenarios noruegos que enamoran. El fiordo y el mar y los pequeños rincones del pueblo hacen que Terruño Mathilde se quede contigo mucho después de cerrar el libro.

Aunque pensada para jóvenes, Corazones de gofre tiene una magia que atrapa también a los adultos: nos hace recordar la infancia, nos transporta a esos días llenos de juegos, risas y complicidad, y nos recuerda que la vida puede ser tan sencilla y maravillosa como compartir un gofre caliente con un amigo.

Y lo mejor es que la historia no termina aquí: después de Corazones de gofre, Lena y Theo nos esperan en Lena, Theo y el mar. Así que, si te has encariñado con ellos (y te aseguro que lo harás), todavía hay más aventuras, risas y momentos entrañables por descubrir.

                                           

𝑨𝒒𝒖í 𝒗𝒂 𝒎𝒊 𝒐𝒑𝒊𝒏𝒊ó𝒏 𝒑𝒆𝒓𝒔𝒐𝒏𝒂𝒍, 𝒔𝒊𝒏 𝒇𝒊𝒍𝒕𝒓𝒐𝒔: 

Ha sido como asomarme por la ventana a mis propios recuerdos de infancia: tardes eternas, travesuras que se convertían en epopeyas y esa sensación de que la amistad lo podía todo.

Me he reído a carcajadas con la energía salvaje de Lena, que parece no tener miedo a nada, y me he enternecido con Theo, siempre fiel, siempre con esa necesidad silenciosa de sentirse querido. 𝑳𝒂 𝒕í𝒂 𝒂𝒃𝒖𝒆𝒍𝒂 𝒚 𝒔𝒖𝒔 𝒈𝒐𝒇𝒓𝒆𝒔 𝒎𝒆 𝒉𝒂𝒏 𝒑𝒂𝒓𝒆𝒄𝒊𝒅𝒐 𝒅𝒊𝒓𝒆𝒄𝒕𝒂𝒎𝒆𝒏𝒕𝒆 𝒑𝒂𝒕𝒓𝒊𝒎𝒐𝒏𝒊𝒐 𝒍𝒊𝒕𝒆𝒓𝒂𝒓𝒊𝒐 𝒅𝒆 𝒍𝒂 𝒉𝒖𝒎𝒂𝒏𝒊𝒅𝒂𝒅.

Es un libro que emociona porque no se queda solo en la superficie alegre y aventurera. También habla de la soledad, de la familia, de la pérdida… pero lo hace con un calor y una chispa que se te queda en el corazón.

Y no puedo dejar de mencionar las ilustraciones de Zuzanna Celej, que son bellísimas: delicadas, evocadoras y con esa magia que acompaña y eleva la historia sin robarle protagonismo.

Cuando lo terminé pensé: ojalá todos hubiéramos tenido un lugar como Terruño Mathilde, un amigo como Lena o Theo y, claro, un buen plato de gofres esperando en la mesa.

«¿Quieres decir que los días normales son mejores que la Navidad?»
           
«𝑸𝒖𝒆 𝒅𝒊𝒔𝒇𝒓𝒖𝒕𝒆𝒏 𝒅𝒆𝒍 𝒗𝒊𝒂𝒋𝒆. 𝑪𝒐𝒏 𝒔𝒖𝒆𝒓𝒕𝒆 𝒐𝒔 𝒍𝒍𝒆𝒗𝒂𝒓á 𝒂 𝒍𝒖𝒈𝒂𝒓𝒆𝒔 𝒒𝒖𝒆 𝒏𝒖𝒏𝒄𝒂 𝒊𝒎𝒂𝒈𝒊𝒏𝒂𝒓𝒐𝒏»

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«Un verano en Park Avenue» de Renée Rosen

Autora: Renée Rosen 
Traducción: Milo Jordi Krmpotic
Publicación: 9 de julio de 2025
Género: Novela histórica 
Editorial: Maeva
Páginas: 368

El glamuroso Nueva York de los años 60 y la revista Cosmopolitan.

Una novela chispeante sobre una generación de jóvenes luchadoras que buscan su espacio en un mundo de hombres.

La ciudad de Nueva York está llena de oportunidades para chicas como Alice Weiss, que abandona su pequeño pueblo del Medio Oeste para perseguir sus sueños en la gran ciudad y conseguir un trabajo con la primera mujer editora jefe de la revista Cosmopolitan, Helen Gurley Brown. 

La joven, que quiere ser fotógrafa, ve una oportunidad perfecta, pero nada podría haberla preparado para el mundo en el que se adentra. Cuando intentan involucrarla para sabotear a su jefa, ella está más decidida que nunca a ayudar a Helen a triunfar.


                                         


Renée Rosen Renée Rosen es la autora especializada en novelas femeninas con ambientación histórica, de gran éxito entre los lectores y la crítica, entre las que destaca Un verano en Park Avenue. Vive en Chicago y está trabajando en la actualidad en una nueva novela. 

SIGUE A Renée Rosen en:

                                      

Como opiniones hay muchas, voy a dar la mía. 

Nueva York, años 60. Tacones que repiquetean en Park Avenue, cócteles con más hielo que whisky y una revista Cosmopolitan a punto de reinventarse de la mano de su primera editora jefe, Helen Gurley Brown. ¿Suena glamuroso? Lo es. ¿Suena complicado? También.

Alice Weiss llega desde un pueblito del Medio Oeste con la cámara colgada al cuello y todas las ganas del mundo de comerse la Gran Manzana a mordiscos. Ella quiere ser fotógrafa, pero la vida, ya sabemos, tiene otros planes: la redacción de Cosmopolitan. Allí descubre un mundo competitivo, chispeante y lleno de intrigas, donde incluso intentan arrastrarla a sabotear a su jefa. Spoiler: Alice no es de rendirse.

Lo mejor de esta novela es que no solo es brillante por fuera (vestidos elegantes, fiestas, Nueva York vibrando al ritmo de los 60), sino que también es afilada por dentro: mujeres peleando por hacerse un hueco en un entorno que parecía reservado a los hombres. Y lo hace con ese tono ligero y sabroso que hace que las páginas vuelen.

Renée Rosen escribe con chispa, con esa mezcla de glamour y verdad incómoda que te engancha desde el principio. Te ríes, te indignas, te emocionas. Y cuando cierras el libro, te quedas con esa sensación de que Alice y Helen no son solo personajes, sino parte de esa cadena de mujeres que abrieron puertas para que otras pudiéramos entrar.

Lo más chulo es que no solo seguimos a Alice, sino que también conocemos a Helen Gurley Brown, esa mujer espléndida que no lo tuvo nada fácil pero que se atrevió a romper esquemas en un mundo hecho para hombres. Y vaya si lo rompió.

Un verano en Park Avenue no es solo una novela histórica, es un viaje delicioso al corazón de los años 60, con luces brillantes, intrigas de oficina y mujeres imparables. Perfecto si te gusta que la historia tenga tanto descaro como ternura.

                                           

𝑨𝒒𝒖í 𝒗𝒂 𝒎𝒊 𝒐𝒑𝒊𝒏𝒊ó𝒏 𝒑𝒆𝒓𝒔𝒐𝒏𝒂𝒍, 𝒔𝒊𝒏 𝒇𝒊𝒍𝒕𝒓𝒐𝒔: 

Leer Un verano en Park Avenue ha sido como meterme de cabeza en un capítulo de Mad Men, pero con chicas que no están para servir cafés sino para romper esquemas. 

Alice me cayó bien desde el minuto uno: ingenua, sí, pero con ese puntito testarudo de “no pienso dejar que me pisen”. Y claro, la pobre se topa con todo: intrigas, cuchicheos de oficina, fiestas donde todo brilla por fuera y apesta un poco por dentro… ¡y aún así no se rinde!

Lo mejor: que Renée Rosen no pinta los 60 como un cuento rosa. Aquí hay glamour, sí, pero también luchas reales, mujeres que se la jugaron para abrir camino. Y se lee fácil, con chispa, con ese ritmo que te engancha y hace que digas: “venga, un capítulo más” (y de repente son las 2 de la mañana).

En resumen: si quieres viajar al Nueva York de los 60, con vestidos bonitos, cócteles fríos y un buen par de bofetadas al machismo de la época… este libro es un billete directo.

«En su libro, usted anima a las chicas solteras a encontra un trabajo que pueda convertirse y, discúpeme si le parafraseo, en tu amor, tu píldora de la felicidad, un método para descubrir quién eres y lo que puedes llegar a hacer»
           
«𝑸𝒖𝒆 𝒅𝒊𝒔𝒇𝒓𝒖𝒕𝒆𝒏 𝒅𝒆𝒍 𝒗𝒊𝒂𝒋𝒆. 𝑪𝒐𝒏 𝒔𝒖𝒆𝒓𝒕𝒆 𝒐𝒔 𝒍𝒍𝒆𝒗𝒂𝒓á 𝒂 𝒍𝒖𝒈𝒂𝒓𝒆𝒔 𝒒𝒖𝒆 𝒏𝒖𝒏𝒄𝒂 𝒊𝒎𝒂𝒈𝒊𝒏𝒂𝒓𝒐𝒏»

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«Plasticus maritimus, una especie invasora» de Bernardo P. Carvalho, Isabel Minhós, Ana Pêgo



Autores: Bernardo P. Carvalho, Isabel Minhós, Ana Pêgo
Traducción: Celia Recarey
Publicación: 1 de junio de 2020
Género: Aprendizaje 
Editorial: Kalandraka
Páginas: 176

Si los peores pronósticos se cumpliesen, en 2050 el peso del plástico en los océanos superaría al de los propios peces; no en vano, se calcula que unos 8 millones de toneladas de ese material -del cual la mitad es de un solo uso- acaban cada año en el ecosistema marino. Este libro es una guía que presenta la ficha científica de esa “especie invasora” que urge erradicar. La autora y promotora del proyecto «Plasticus maritimus», Ana Pêgo, creció junto a una playa, observando, aprendiendo y apreciando su biodiversidad, forjando la activista en la que se ha convertido como beachcomber en una red internacional de expertos que ayudan a identificar los plásticos que se recogen en las aguas y los arenales. Desde los microplásticos de menos de 5 mm. que se introducen en la cadena trófica, hasta los objetos en los que queda atrapada la fauna marina o intoxicada por su ingesta, esta obra alerta sobre un tipo de contaminación galopante que incluso ha formado su propia isla en el Pacífico.

                                       


(Lisboa, 1973) Ha estudiado Diseño de Comunicación en la Facultad de Bellas Artes de Lisboa. Co-fundador de Planeta Tangerina, ha sido galardonado con el Premio Nacional de Ilustración en Portugal, el Premio de la Feria de Bolonia, la Fundación Leipzig, el Festival CJ de Corea y seleccionado por el Banco del Libro de Venezuela. Sus libros se han publicado en 25 países.




Ha estudiado Diseño de Comunicación en la Facultad de Bellas Artes de Lisboa. Es co-fundadora de Planeta Tangerina, con varios libros como autora. Además de una mención en el I Premio Compostela, también ha sido distinguida con los premios Andersen, Deutscher Jugendliteraturpreis, Sociedad Portuguesa de Autores y seleccionada en The White Ravens. 




Pêgo, Ana Ha estudiado Biología Marina y Pesca en la Universidad del Algarve. Ha trabajado como investigadora y técnica de laboratorio. Se dedica a la educación ambiental, combinando ciencia y arte. Desde 2012 impulsa el proyecto «Plasticus Maritimus». 




                                      

Como opiniones hay muchas, voy a dar la mía. 

Si creías que el enemigo más temible de los océanos eran los tiburones, prepárate para conocer a otro “bicho” mucho más invasivo y pegajoso: el plástico. Sí, ese que llega a todas partes, que vemos en la playa, en la botella de agua, y que amenaza con convertir el mar en un auténtico vertedero.

Plasticus maritimus, una especie invasora es mucho más que una guía: es un libro con alma, escrito desde la pasión y la experiencia de Ana Pêgo, una activista que creció con los pies hundidos en la arena y la mirada fija en el horizonte marino. Lo suyo no es solo recoger plásticos como pasatiempo: forma parte de una red internacional que los identifica, los estudia y combate esta invasión silenciosa que amenaza con transformar nuestros océanos en un vertedero.

La obra, firmada por Ana Pêgo, Isabel Minhós y Bernardo P. Carvalho, y traducida por Celia Recarey para Kalandraka, entrelaza ciencia, ilustración y relato con una fuerza extraordinaria. Nos enfrenta, sin rodeos, a un enemigo que no nada ni respira, pero que se cuela en cada rincón del planeta: el plástico. No lleva aletas, pero llega en forma de envoltorios, microesferas y bolsas de un solo uso, convirtiéndose en la especie más invasora y persistente de nuestro tiempo.

Lo que más me gusta de este libro es que no te suelta datos y cifras para dejarte con el alma en vilo, sino que te cuenta la historia del plástico como si fuera un monstruo con patas, o mejor dicho, con microplásticos diminutos, que se cuela en la vida de peces, aves y hasta de nosotros, sin pedir permiso. Desde esos pedacitos minúsculos que acaban en la cadena alimentaria hasta los restos gigantes que atrapan y destrozan a la fauna marina, la imagen que pinta es tan real que duele, pero también es un empujón para no quedarnos quietos.


Y es que, aunque la realidad es dura, ¿sabías que para 2050 podría haber más plástico que peces en el mar?, el libro tiene un pulso esperanzador. Nos muestra que todavía hay espacio para la acción, para cambiar el rumbo y para que cada uno de nosotros ponga su granito de arena. Porque la historia no está escrita, y si queremos que el mar siga siendo un lugar de vida y no un basurero gigante, toca movernos YA.

Así que, si te preocupa un poco este planeta que nos presta un hogar, si quieres entender mejor de dónde viene este problema y, sobre todo, si quieres sentir que puedes hacer algo, Plasticus maritimus es un libro que no puedes dejar pasar. Es ciencia, es activismo, es amor por el mar, y sobre todo, es una llamada urgente con mucho corazón y un toque de mala leche.

Lee, aprende, comparte y, sobre todo, actúa. Porque la invasión del plástico no puede ser la última palabra.

                                           


𝑨𝒒𝒖í 𝒗𝒂 𝒎𝒊 𝒐𝒑𝒊𝒏𝒊ó𝒏 𝒑𝒆𝒓𝒔𝒐𝒏𝒂𝒍, 𝒔𝒊𝒏 𝒇𝒊𝒍𝒕𝒓𝒐𝒔: 

Aunque ahora no estoy tan en contacto con el mar como antes, porque vivo un poco lejos, pero no tanto como para no escaparme cada fin de semana a visitarlo y recargar energía. Por eso, este libro me tocó de cerca.

Plasticus maritimus no es solo una guía sobre el plástico que invade nuestros océanos; es un aviso urgente para quienes, como yo, llevamos al mar en el corazón y sabemos que no podemos darle la espalda.

Los autores transmite ese amor y esa preocupación con una pasión que se siente en cada página. Leerlo me hizo darme cuenta de que, aunque la distancia física existe, la responsabilidad y el cariño por el mar no se pierden.

Este libro es imprescindible para cualquiera que quiera entender qué está pasando con nuestros océanos y cómo podemos ayudar, aunque sea con pequeños gestos. Porque al final, querer al mar es también protegerlo, y eso no entiende de kilómetros.

«Como dijo el científico: ¡El plástico llegó antes que nosotros!»
           
«𝑸𝒖𝒆 𝒅𝒊𝒔𝒇𝒓𝒖𝒕𝒆𝒏 𝒅𝒆𝒍 𝒗𝒊𝒂𝒋𝒆. 𝑪𝒐𝒏 𝒔𝒖𝒆𝒓𝒕𝒆 𝒐𝒔 𝒍𝒍𝒆𝒗𝒂𝒓á 𝒂 𝒍𝒖𝒈𝒂𝒓𝒆𝒔 𝒒𝒖𝒆 𝒏𝒖𝒏𝒄𝒂 𝒊𝒎𝒂𝒈𝒊𝒏𝒂𝒓𝒐𝒏»

#𝒚𝒐𝒍𝒆𝒐𝑵𝒐𝒗𝒆𝒍𝒂, ¿𝒚 𝒕ú?



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