«Lena, Theo y el mar» de Maria Parr




Autora: Maria Parr
Traducción: Cristina Gómez-Baggethun 
Iustración: Zuzanna Celej
Género: Novela Juvenil - A partir de 10 años
Editorial: Nórdica Libros
Páginas: 264

Lena, Theo y el mar es la continuación del exitoso Corazones de gofre. Los libros de Maria Parr tienen cientos de miles de seguidores en todo el mundo, y es considerada la nueva Astrid Lindgren. ¡A veces Lena puede ser realmente desagradable! ¿Por qué siempre lo hace todo tan difícil? Eso es lo que Theo, su mejor amigo, se pregunta. Este año va a ser especial. Tienen una nueva amiga, Birgitte, una niña muy dulce que viene de Holanda. Sin embargo, Lena tiene muchas razones para estar enojada: el nuevo entrenador de fútbol siempre la mantiene en el banquillo, el hermanito que anhela nunca llega y la expedición al mar con la nueva balsa resulta ser un fiasco. Y el abuelo… ¡Casi les da un susto! Esta es la historia de un año lleno de aventuras en Terruño Mathilde. Lena, Theo y el abuelo nos demuestran otra vez que pueden con todo.

                                       
(Fiskå, 1981). Escritora noruega. De pequeña ya era una narradora entusiasta, y mantenía despiertos a sus tres hermanos hasta altas horas de la madrugada con sus cuentos. Parr comenzó a escribir historias en la escuela. Estudió Lenguas y Literatura Nórdicas en la Universidad de Bergen. Actualmente es profesora a tiempo parcial en la escuela secundaria en Vanylven. Los libros de Maria Parr han ganado muchos premios, entre ellos el Luchs, el Premio Brage, el Silbernen Griffel y el Prix Sorcière. Su trabajo también ha sido publicado en numerosos países con mucho éxito. En 2015, recibió por Corazones de gofre el Súper Premio que otorga la prestigiosa revista Andersen de Italia al mejor libro del año.


                                      
Como opiniones hay muchas, voy a dar la mía. 

Después del entrañable Corazones de gofre, María Parr nos invita a regresar a Terruño Mathilde, ese pequeño rincón noruego donde las aventuras y los afectos se mezclan con el olor del mar y el sonido de las olas.

En esta nueva entrega, Lena, Theo y el mar, reencontramos a Lena, la niña más valiente, impulsiva y testaruda que uno pueda imaginar, y a Theo, su inseparable amigo, paciente, reflexivo y lleno de corazón. Pero este año será distinto: hay una nueva amiga, Birgitte, llegada desde Holanda; un entrenador de fútbol que no valora a Lena como debería; un abuelo que asusta con un susto de salud; y una balsa que, aunque prometía aventuras, acaba siendo un desastre.

La autora vuelve a regalarnos una historia llena de humanidad y ternura, donde los pequeños dramas de la infancia se sienten tan grandes como el propio fiordo que rodea el pueblo. Lena no siempre acierta, pero es imposible no quererla. Y Theo… Theo es ese amigo que todos querríamos tener, el que se queda cuando todo parece torcido.

Maria Parr escribe con una sensibilidad especial, capaz de capturar el caos y la belleza de crecer sin perder el humor ni la dulzura. Su estilo recuerda, con razón, a Astrid Lindgren: una mirada luminosa, divertida y profunda sobre la infancia.

Y, como siempre, las ilustraciones de Zuzanna Celej aportan una capa más de magia: delicadas, envolventes y con esa atmósfera que hace que uno quiera quedarse a vivir dentro de sus páginas.

Lena, Theo y el mar no es solo una historia sobre la amistad y la aventura; es también un retrato del paso del tiempo, de las frustraciones, del deseo de pertenecer y del amor en todas sus formas: el que une a los amigos, el que sostiene a la familia, el que hace que sigamos adelante aunque las cosas no salgan como esperamos.

                                           

Aquí va mi opinión personal, sin filtros:

Ya conocía a Lena y Theo de Corazones de gofre, una historia que me robó el corazón y que aún asocio con tardes de infancia, risas y gofres recién hechos. Volver a Terruño Mathilde ha sido como reencontrarme con unos viejos amigos: más grandes, más conscientes del mundo, pero igual de adorables y reales.

Lena me ha hecho reír y enfadar casi a partes iguales. Es pura vida, pura contradicción. Y Theo… Theo es ese tipo de personaje que te gana con los silencios, con la lealtad, con su ternura sin dramatismos. Entre ambos hay una complicidad que no necesita grandes gestos, solo miradas, palabras torpes y momentos compartidos.

María Parr tiene una habilidad preciosa: logra hablar de temas importantes: la amistad, la pérdida, el deseo de ser visto y comprendido, sin perder nunca la ligereza. Todo fluye con naturalidad, con humor y con una verdad que desarma.

Y no puedo no mencionar las ilustraciones de Zuzanna Celej: cada página es un soplo de calma, un abrazo visual que acompaña a la historia sin eclipsarla.

Cuando terminé el libro, cerré las tapas con una sonrisa melancólica. Porque Lena, Theo y el mar no es solo una historia para niños. Es una historia para cualquiera que haya tenido un amigo del alma, un abuelo sabio o un sueño que parecía imposible.

Ojalá todos pudiéramos volver, de vez en cuando, a nuestro propio Terruño Mathilde: ese lugar donde la vida, con todos sus líos, todavía sabe a sal, a risa y a gofres calientes.

«Está todo tan bien hecho, Theo, que la mayoría de lo que estropeamos en este mundo podemos arreglarlo después»
           
«𝑸𝒖𝒆 𝒅𝒊𝒔𝒇𝒓𝒖𝒕𝒆𝒏 𝒅𝒆𝒍 𝒗𝒊𝒂𝒋𝒆. 𝑪𝒐𝒏 𝒔𝒖𝒆𝒓𝒕𝒆 𝒐𝒔 𝒍𝒍𝒆𝒗𝒂𝒓á 𝒂 𝒍𝒖𝒈𝒂𝒓𝒆𝒔 𝒒𝒖𝒆 𝒏𝒖𝒏𝒄𝒂 𝒊𝒎𝒂𝒈𝒊𝒏𝒂𝒓𝒐𝒏»

#𝒚𝒐𝒍𝒆𝒐𝑵𝒐𝒗𝒆𝒍𝒂, ¿𝒚 𝒕ú?

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