«Un inspector en Fuseta» de Gil Ribeiro

Autor: Gil Ribeiro

Traductor: Ana Guelbenzu

Género: Novela Negra

Editorial: Maeva

Páginas: 204

𝑪𝒐𝒎𝒑𝒓𝒂𝒓: 𝑨𝒒𝒖í

Llega el inspector Leander Lost, uno de los protagonistas más originales de la novela negra de los últimos tiempos. Una serie de la que se han vendido más de 1 200 000 ejemplares hasta la fecha. En el aeropuerto de Faro, en el Algarve, la subinspectora Rosado y su colega Esteves reciben a un hombre larguirucho con traje negro y corbata de cuero: se trata de Leander Lost, un inspector de Hamburgo que participa en un programa de intercambio. Muy pronto se dan cuenta de que el comportamiento de su nuevo colega es igual de extraño que su manera de vestir. También descubrirán que las rarezas de Lost se deben al síndrome de Asperger, y que sus talentos innatos van a ser de gran ayuda para resolver el caso de los negocios corruptos de una empresa suministradora de agua.

 ¿POR QUÉ LEER UN INSPECTOR EN FUSETA? 

El detective Leander Lost es un personaje original y carismático que no sabe mentir ni disimular. 

El Algarve, donde se ambienta esta novela, es un destino muy atractivo y apetecible. 

La investigación de Lost aborda un tema actual: la corrupción en una empresa de suministro de agua.

                                       

Gil Ribeiro (Hamburgo, 1965) acabó en el Algarve gracias a una afortunada coincidencia. Desde entonces, siente gran atracción por la pequeña ciudad de Fuseta, en el este del Algarve, donde se le ocurrió la idea de crear al inspector Lost. Vive y trabaja cerca de Stuttgart y ha sido durante muchos años uno de los guionistas más exitosos de Alemania.

                                      

Como opiniones hay muchas, voy a dar la mía.

Un inspector en Fuseta es una historia que te agarra desde el primer momento y te lleva de paseo por un pueblito portugués con un toque de sol, crimen y misterio a raudales. Imagina el sur de Portugal: calles empedradas, aroma a mar y cafeterías donde todos saben tu nombre… excepto que esta vez, un asesinato amenaza con romper la calma. Aquí entra nuestro héroe: el inspector alemán Leander Lost, alto, delgado, vestido como si estuviera en Hamburgo, y con una personalidad tan intrigante que no puedes dejar de observar.

Lost no es el típico detective. Se ha ganado su lugar en un programa de intercambio de Europol, y en Fuseta, en el Algarve, sus habilidades particulares y sus maneras a veces un poco excéntricas destacan desde el primer minuto. Y eso de ser “diferente” es precisamente lo que lo hace brillar. Lost ve el mundo de otra manera, y aunque a veces choca con sus colegas portugueses, poco a poco ellos descubren que este tipo tan formal y peculiar tiene un enfoque único para resolver misterios.

La historia comienza cuando Lost llega al soleado pueblo esperando unos días de trabajo tranquilo, pero rápidamente se ve arrastrado a investigar un crimen oscuro que sacude a la comunidad. Las intrigas y los secretos van saliendo a la luz, y cada página revela una capa nueva, ya sea del caso o de la propia personalidad de Lost.

Gil Ribeiro logra darle vida al Algarve como si estuvieras allí, sintiendo el calor, escuchando el bullicio en las plazas y respirando la mezcla de aire marino y perfume de jazmín. Con un estilo ágil y un toque de comedia, la novela te deja disfrutar tanto de los momentos tensos del suspenso como de esos giros inesperados que le dan chispa. La relación de Lost con sus compañeros —quienes intentan comprender su manera de ver el mundo— aporta una riqueza que hace que te enganches con los personajes tanto como con el propio misterio.

«Necesito saber en qué estaban pensando en Alemania cuando enviaron a Lost. SI es que estaban pensando en algo» 

Es perfecto para cualquiera que adore los thrillers que no se toman a sí mismos demasiado en serio, que logran equilibrar la intriga con la exploración de relaciones humanas, y que saben que cada detalle cuenta. Un inspector en Fuseta es una deliciosa combinación de comedia, drama y misterio envuelta en una atmósfera tan auténtica que al terminar el libro, seguro querrás reservar un vuelo al Algarve.

                                           

𝑴𝒊𝒔 𝒊𝒎𝒑𝒓𝒆𝒔𝒊𝒐𝒏𝒆𝒔: Lo que más me ha fascinado de Un inspector en Fuseta es cómo Gil Ribeiro crea a Leander Lost. ¡Este tipo es toda una joya! Es profundo, único, con una humanidad tan genuina que no puedes evitar sentirte cerca de él, aun cuando sus maneras sean… un poco fuera de lo común. Lost tiene esa forma tan intrigante de resolver los casos, tan a su aire, que te atrapa; y no importa cuán peculiar sea, quieres saber siempre qué hará a continuación.

Luego está el Algarve: Ribeiro lo describe de tal manera que casi sientes el calor del sol, las calles empedradas y el bullicio en los cafés como si tú misma estuvieras allí. Es como una postal encantadora que cobra vida. Me veía a mí misma paseando entre las plazas y el ritmo de vida tranquilo de un pueblito que, aunque parezca pacífico, guarda sus buenos secretos. 

El ritmo de la historia y esos giros inesperados son pura adrenalina. Los personajes secundarios, además, no son simples extras: cada uno tiene un papel que da sabor a la trama. Si buscas algo un poco distinto en el género policíaco, esta novela es perfecta, con misterio y toques muy humanos. ¡La he disfrutado muchísimo y definitivamente me ha dejado con ganas de devorar el resto de la serie!

«Una pantera, un enano, una flor, una mujer con sombrilla, un rayo, un anillo y un ojo» 

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«𝑸𝒖𝒆 𝒅𝒊𝒔𝒇𝒓𝒖𝒕𝒆𝒏 𝒅𝒆𝒍 𝒗𝒊𝒂𝒋𝒆. 𝑪𝒐𝒏 𝒔𝒖𝒆𝒓𝒕𝒆 𝒐𝒔 𝒍𝒍𝒆𝒗𝒂𝒓á 𝒂 𝒍𝒖𝒈𝒂𝒓𝒆𝒔 𝒒𝒖𝒆 𝒏𝒖𝒏𝒄𝒂 𝒊𝒎𝒂𝒈𝒊𝒏𝒂𝒓𝒐𝒏»

#𝒚𝒐𝒍𝒆𝒐𝑵𝒐𝒗𝒆𝒍𝒂, ¿𝒚 𝒕ú?