Autor: Abel AmutxategiIdioma: CastellanoPublicación: 25 de junio de 2021Género: FantasíaEditorial: El transbordadorPáginas: 282
Abel Amutxategi escribe desde el humor para grandes y pequeños, seguro de que lo único que diferencia a unos de otros es una simple cuestión de tamaño. Por eso combina el humor fantástico de obras como Su muerte, gracias, Jo, jo, jo o La tienda del señor Li con la literatura infantil de libros como Cuentos a tumba abierta, La increíble historia de Mara y el sol que cayó del cielo o los mundialmente famosos Cuentos Cortos para Lavarse los Dientes. Además de en sus libros podrás encontrarlo en www.abelamutxategi.com, donde lo mismo te da consejos de escritura que te cuenta un cuento de buenas noches. Fiel devoto de Io y Monesvol, mataría a su editor por un barco pirata. Si pronuncias su apellido correctamente delante de un espejo en una noche de luna llena, tal vez se materialice a tu lado. Así que hazlo bajo tu propia responsabilidad.
Hay libros que te hacen reír cuando no deberías, y Su muerte, gracias de Abel Amutxategi es uno de ellos. Imagina a Samuel, un vendedor de suicidios que no ha vendido ni uno, y a Hortensia, una abuela entrañable con un objetivo muy claro: reunirse con su difunto marido. El problema es que su encuentro no solo va a cambiar sus vidas… también puede poner el mundo patas arriba.
Lo que más me ha sorprendido es el tono: una mezcla deliciosa de comedia negra y ternura, con diálogos que chispean y situaciones tan surrealistas que terminas creyéndotelas. Y luego está la Muerte, sí, con mayúscula, pero aquí es todo menos solemne: trasnochada, sarcástica y con más humanidad de la que uno esperaría.
Amutxategi consigue que una novela que habla de lo inevitable sea ligera, divertida y, al mismo tiempo, profunda. Te ríes, pero entre carcajada y carcajada te cala la reflexión. Porque al final, más allá del humor, lo que hay es una pregunta incómoda: ¿qué harías si pudieras negociar tu final?
Su muerte, gracias es fresca, distinta y adictiva. Perfecta si te gustan las historias que combinan fantasía, ironía y esa pizca de filosofía que se te queda dando vueltas mucho después de cerrar el libro.
Confieso que empecé Su muerte, gracias pensando que sería una comedia ligera para pasar el rato, y lo que me encontré fue mucho más: una historia delirante, tierna y con un humor negrísimo que me hizo reír donde no sabía si debía. Samuel me pareció patético al principio (y lo es, un poco), pero también humano, demasiado humano. Hortensia, por su parte, me ganó desde la primera aparición: lúcida, entrañable y con más fuerza que muchos héroes de novela.
Y luego está la Muerte, ese personaje que Abel Amutxategi convierte en una especie de antiheroína trasnochada, con sarcasmo y más carisma del que esperaba. Entre carcajada y carcajada, la novela me dejó pensando en lo incómoda que puede ser la vida cuando miramos de frente su final.
No voy a mentir: me divertí, me removió y me atrapó. Es de esas lecturas que parecen ligeras, pero que dejan una sensación rara que se te queda rondando cuando cierras la última página.
«La Muerte abrió uno de los bolsillos de su túnica y revolvió el pequeño universo que guardaba allí dentro como una mano inocente en busca del ganador de un sorteo televisivo...»
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