Autor: Alberto Gómez VaqueroIdioma: CastellanoFecha de publicación: 22 de enero de 2025Categoría: Ficción contemporáneaEditorial: Carpe NoctemPáginas: 280
Alberto Gómez Vaquero (Valladolid, 1984) es periodista y escritor. Ha publicado tres novelas, las dos últimas de ellas, «Concerto Solli» y «El pecado», editadas también por Carpe Noctem. Como traductor ha trasladado al castellano a Virginia Woolf, Scott Fitzgerald, Nick Flynn o H.D., entre otros. En la actualidad reside en Madrid y dirige una agencia de comunicación.
𝑪𝒐𝒎𝒐 𝒐𝒑𝒊𝒏𝒊𝒐𝒏𝒆𝒔 𝒉𝒂𝒚 𝒎𝒖𝒄𝒉𝒂𝒔, 𝒗𝒐𝒚 𝒂 𝒅𝒂𝒓 𝒍𝒂 𝒎í𝒂
Como ese primer profesor que te cambió la vida. Como ese verano donde empezaste a ser tú, aunque no supieras del todo qué significaba eso.
Cuando el río vuelva de Alberto Gómez Vaquero, es una historia que huele a pupitres gastados, a cigarros fumados a escondidas, a libros subrayados con rabia y deseo. Nos lleva de vuelta a los años noventa, a un instituto de un pueblo pequeño donde nada parece pasar, pero donde todo empieza a moverse por dentro.
Un joven profesor de literatura llega a ese microcosmos rural cargado de ideas, palabras y cicatrices propias. Y sin proponérselo, prende una chispa en uno de sus alumnos, un adolescente que vive atrapado entre lo que es y lo que espera su entorno que sea. Y ahí empieza todo: las lecturas que se convierten en refugio, los primeros amores que desgarran, las tentaciones que seducen y destruyen, los amigos que son tabla de salvación y espejo a la vez.
«Él escuchaba esa improvisada clase sin rechistar, sintiéndoseespecial por estar allí, rodeado de libros y recibiendo una enseñanza que, sabe bien, está muy por encima de lo que por edad le corresponde»
No es una novela de grandes giros. Es una novela de miradas, de frases subrayadas en una libreta, de silencios que dicen más que mil diálogos. Es la historia de cómo los libros pueden salvarte. O al menos, ayudarte a sobrevivir.
La escritura de Gómez Vaquero es contenida, honesta, sin aspavientos. Pero golpea. Porque habla de nosotros. De ese adolescente que fuimos y de las heridas que aún escuecen. De cómo la literatura no lo cura todo, pero al menos pone nombre al dolor.
Y eso hace este libro. Te dice que no estás solo. Que alguien ya lo vivió. Que el río, aunque desaparezca por temporadas, siempre vuelve.
«Si yo supiera juntar letras, la de cosas así que podría escribir»
#𝒚𝒐𝒍𝒆𝒐𝑵𝒐𝒗𝒆𝒍𝒂, ¿𝒚 𝒕ú?
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