Francesca Giannone, nacida en la región de Apulia, es licenciada en Ciencias de la Comunicación y estudió en el Centro Sperimentale di Cinematografia. Durante su etapa en Bolonia se encargó de la catalogación de treinta mil volúmenes de la Associazione Culturale Luigi Bernardi y asistió al curso bienal de escritura de la Bottega di Narrazione «Finzioni». Ha publicado varios relatos en revistas literarias, tanto impresas como digitales. Tras volver a establecerse en Lizzanello, su pueblo natal en la comarca del Salento, ha seguido escribiendo y cultivando su otra gran pasión: la pintura.
Ah, la vida en un pequeño pueblo: siempre tan idílica, tan tranquila… o, mejor dicho, ¡tan llena de ojos en cada esquina! Esto le descubre Anna en su primer día en Lizzanello, cuando después de un viaje agotador, llega junto con su esposo Carlo, a ese rincón del sur de Italia donde todos los habitantes parecen especialistas en hacer sentir “diferente” a cualquiera que no cumpla con sus normas. Y, para desgracia de Anna, ser la «forastera» es exactamente lo que no le permitirá vivir en paz en un lugar así. Pero Anna es una mujer que tiene las cosas claras. Anna ha abandonado su vida en el norte para acompañar a su esposo Carlo al sur, donde él sueña con un cálido regreso a sus raíces. Pero nada más poner un pie, Antonio, el hermano de Carlo, se enamorada de ella.
«Solo tú puedes salvarte a ti misma. No hay príncipe que valga, créeme»
Pronto Anna descubre que la vida en Lizzanello parece sacada de un manual de costumbres de otro siglo. Todos saben de todos y, en particular, todos saben demasiado de las mujeres, quienes rara vez encuentran paz si tienen la osadía de vivir a su modo. Sin embargo, después de un tiempo, Anna decide presentarse al concurso para ser la cartera oficial del pueblo. Con una determinación que incomoda a todos en el pueblo, tira para adelante y se convierte en la nueva cartera para llevar cartas a través de esas callejuelas plagadas de rumores y secretos. Primero caminando y luego con una bicicleta, Anna lleva el correo y su buen hacer a los domicilios de ese pueblo.
«Si estudiaban, era solo para encontrar al mejor partido posible»
Con una narrativa ingeniosa y envolvente, Francesca Giannone explora las tensiones entre tradición y modernidad en esta novela donde el pueblo es casi un personaje más. Nos presenta a una protagonista que no encaja ni piensa hacerlo, y en lugar de bajar la cabeza ante la presión social, Anna se ajusta la gorra de cartera con más firmeza y pedalea con la cabeza bien alta, dejando a su paso no solo cartas, sino también una oleada de inspiración y escándalo. Giannone pinta un retrato de una heroína moderna en un entorno donde los vecinos, por supuesto, la observan desde las ventanas y se lanzan miradas inquisitivas al verla pasar con su uniforme como una suerte de heroína en bicicleta. La autora captura brillantemente cómo cada giro en su recorrido parece un desafío personal a las normas no escritas que rigen Lizzanello.
«Los pantalones son para las malas mujeres»
Si tuviera que ponerle alguna pega a este libro, sería el final. ¿Por qué? Porque me dejó con esa sensación de querer más, como cuando encuentras el último trozo de chocolate en la caja y te preguntas por qué no había otro igual. Me pareció algo precipitado, como si la historia hubiera bajado el telón antes de tiempo.
De hecho, no puedo dejar de pensar que esta trama pide a gritos una continuación, sobre todo para saber qué ocurre con las siguientes generaciones. Pero, siendo honesta, tengo mis dudas de que esto sea posible. La autora, con un epílogo que te deja con un sabor dulce y amargo a la vez, parece haber cerrado todas las puertas (y tirado la llave al mar).
¿Será que algún día nos sorprenderá con más? Soñar es gratis, ¿no?
«Desde siempre, su madre no hacía más que repetirle que una mujer solo está completa cuando encuentra un esposo y se establece, que es el hombre quien salva y protege, y que si naces mujer, no llegarás a ningún lado sola»
«𝑸𝒖𝒆 𝒅𝒊𝒔𝒇𝒓𝒖𝒕𝒆𝒏 𝒅𝒆𝒍 𝒗𝒊𝒂𝒋𝒆. 𝑪𝒐𝒏 𝒔𝒖𝒆𝒓𝒕𝒆 𝒐𝒔 𝒍𝒍𝒆𝒗𝒂𝒓á 𝒂 𝒍𝒖𝒈𝒂𝒓𝒆𝒔 𝒒𝒖𝒆 𝒏𝒖𝒏𝒄𝒂 𝒊𝒎𝒂𝒈𝒊𝒏𝒂𝒓𝒐𝒏»
Polecę tę książkę mojej kuzynce. Ona lubi tego typu klimaty.
ResponderEliminar¡Hola! No es un libro que sea mucho de mi estilo pero lo compré por lo bien que me hablaron de él y espero no tardar mucho en leerlo. Un besote :)
ResponderEliminarEs que el epílogo es...te deja deseando que la realidad no sea tan real. Jajajaja. En el resto coincidimos casi en todo. Besos
ResponderEliminarGracias por la reseña. Lo tengo pendiente. Te mando un beso.
ResponderEliminarHola Natàlia, la verdad es que me parece interesante, pero no para una lectura actual... Un besazo
ResponderEliminarEsta no me tienta mucho, creo que de momento la dejo pasar.
ResponderEliminarUn beso y feliz semana, yo leo Novela.
Thanks for your review
ResponderEliminarHe la, he leído muy buenas reseñas de esta novela y ya la tengo apuntada, a ver si en algún momento me hago con ella. Un abrazo.
ResponderEliminarMe recuerda mucho a alguna comedia italiana que visto tiempo atrás, en la que el o la protagonista se muda al sur, a un entorno rural en el que choca de frente con sus costumbres y sus gentes. Suelen ser historias agradables.
ResponderEliminarUn beso ;)