Autor: Fernando Figueroa SaavedraIdioma: CastellanoPublicación: 1 de febrero de 2020Género: Novela negraEditorial: AmazonPáginas: 348
Es difícil no adentrarse en las páginas de esta novela sin pensar que, en el fondo, estamos ante algo más que una simple continuación. Al igual que en la primera parte, La caída o el caso Edipo de Figueroa Saavedra vuelve a crear un mundo que está en el borde del colapso, pero que, como todo caos bien tejido, sigue funcionando, de alguna manera, por el afán humano de buscar respuestas, justicia y, claro, una buena cerveza.
Rabishpool, abril de 1892. La huelga general está a punto de estallar y, en medio de ese torbellino, el sindicalista James Hamster cae muerto en la calle a manos de los pistoleros de la patronal. Este acto desencadenará una serie de eventos que van mucho más allá de una simple conspiración. Al igual que su predecesora, esta novela esconde mucho más bajo la superficie que un caso policial. A través de Harold Maesnow, el detective imperfecto y filosófico, nos vemos atrapados en un escenario donde los hechos no son lo que parecen y la verdad está más oculta que nunca.
Maesnow está viviendo su noche más turbulenta. Entre una crisis de pareja que amenaza su estabilidad emocional, las bromas pesadas de sus compañeros y la inoportuna visita de su tío William, el agente se ve envuelto en una trama de engaños y manipulaciones donde Hamster no es la única víctima. Lo que parecía una simple investigación policial se convierte en un terreno donde todo es relativo, donde las fronteras entre el bien y el mal se diluyen. Y el humor negro que ya caracteriza al autor se deja sentir, quizás con más sutileza que en la primera parte, pero igual de aguda.
Lo que más destaca de esta segunda parte es la evolución de los personajes, particularmente la de Maesnow, quien parece, en esta ocasión, más vulnerable que nunca. Figueroa Saavedra lo ha convertido en un ser complejo: cínico, irónico y, en muchos aspectos, un reflejo de las contradicciones humanas. Molly Grapes, la mujer fuerte y decidida, sigue siendo una de las grandes apuestas de la novela, y sus diálogos con Maesnow son un torrente de fuego que, a veces, es casi un alivio frente a la oscuridad que los rodea.
𝑳𝒂 𝒏𝒐𝒗𝒆𝒍𝒂 𝒆𝒔𝒕á 𝒊𝒎𝒑𝒓𝒆𝒈𝒏𝒂𝒅𝒂 𝒅𝒆 𝒆𝒔𝒂 𝒊𝒓𝒐𝒏í𝒂 𝒔𝒖𝒕𝒊𝒍 𝒚 𝒅𝒆𝒍𝒊𝒄𝒊𝒐𝒔𝒂que tanto me cautivó en la primera entrega. Figueroa Saavedra sigue utilizando la sátira social, las referencias filosóficas y las capas de humor para dar vida a un relato que, más allá de la resolución del crimen, te hace reflexionar sobre el poder, la justicia, las luchas internas y cómo nos manejamos en un mundo que parece estar siempre al borde del abismo.
En resumen, Los pistoleros o el caso Hamster: 2 no es solo una continuación, sino una expansión del universo de Harry Maesnow. No es un simple caso de detectives; es una exploración de la moral, la política y las relaciones humanas en medio de un caos social.
Lo mejor: la prosa de Figueroa Saavedra sigue siendo á𝒈𝒊𝒍, 𝒊𝒓ó𝒏𝒊𝒄𝒂 𝒚 𝒎𝒐𝒓𝒅𝒂𝒛, mientras nos ofrece una visión única del 𝒉𝒂𝒓𝒅𝒃𝒐𝒊𝒍𝒆𝒅 𝒄ó𝒎𝒊𝒄𝒐-𝒆𝒓ó𝒕𝒊𝒄𝒐 𝒏𝒆𝒐𝒗𝒊𝒄𝒕𝒐𝒓𝒊𝒂𝒏𝒐. Esta segunda parte es aún más impredecible, más compleja y, a la vez, más humana.
Este libro no solo trata de resolver un asesinato; es un análisis de las relaciones sociales, las luchas internas y el conflicto entre el deber y el deseo. Molly Grapes es, para mí, un personaje clave. Aunque muchos podrían ver en ella solo el interés amoroso, es mucho más que eso: es una mujer con ideales y una lengua afilada, capaz de desafiar las convenciones de su tiempo, lo que le da una dimensión única dentro de la novela.
Figueroa Saavedra sigue demostrando su maestría para mezclar géneros. Nos entrega una historia de 𝒉𝒂𝒓𝒅𝒃𝒐𝒊𝒍𝒆𝒅, 𝒉𝒖𝒎𝒐𝒓 𝒏𝒆𝒈𝒓𝒐 y una 𝒑𝒓𝒐𝒇𝒖𝒏𝒅𝒂 𝒓𝒆𝒇𝒍𝒆𝒙𝒊ó𝒏 𝒔𝒐𝒄𝒊𝒂𝒍. Sin duda, es un libro que no te deja indiferente. El humor ácido, las situaciones absurdas y las charlas filosóficas me atraparon. Pero, más allá de las bromas, hay algo profundo que resuena: la sensación de estar atrapados en un mundo que no tiene sentido, pero donde seguimos buscando respuestas, justicia, amor y un poco de paz.
Si disfrutaste de la primera parte, esta secuela no te defraudará. Si eres nuevo en este universo de Maesnow, prepárate para ser arrastrado al caos, con una buena dosis de risas y reflexiones filosóficas entre crímenes y líos políticos.
«Hay algo que no me cuadra. Lo mataron con dos tipos de armas: a cuchillo y a pistola. ¿Para qué dos armas? ¿Por qué destrozarle la cara? Demasiado personal para ser cosas de mafiosos»
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