«Oskar y yo» de Maria Parr

 


Autora: Maria Parr
Traducción: Cristina Gómez-Baggethun 
Iustración: Zuzanna Celej
Género: Novela Juvenil - A partir de 10 años
Editorial: Nórdica Libros
Páginas: 180

No hay nada mejor que tener un hermano. Aunque a veces... Oskar y yo cuenta la historia de Ida y su hermano pequeño, Oskar. Ida es la narradora, pero el protagonista es el salvaje y testarudo Oskar. Este libro trata de safaris por el río en primavera o de vampiros desaparecidos en otoño. También sobre cabañas más pequeñas de lo que uno recuerda y de quioscos de cupcakes más bonitos de lo esperado... Y sobre cambios y pérdidas. Maria Parr ha escrito una trepidante y cálida historia para leer en voz alta que consigue que el lector vea la vida desde una perspectiva diferente a la que tenía antes. Oskar y yo es un homenaje a la vida cotidiana y a las relaciones entre hermanos.

                                       
(Fiskå, 1981). Escritora noruega. De pequeña ya era una narradora entusiasta, y mantenía despiertos a sus tres hermanos hasta altas horas de la madrugada con sus cuentos. Parr comenzó a escribir historias en la escuela. Estudió Lenguas y Literatura Nórdicas en la Universidad de Bergen. Actualmente es profesora a tiempo parcial en la escuela secundaria en Vanylven. Los libros de Maria Parr han ganado muchos premios, entre ellos el Luchs, el Premio Brage, el Silbernen Griffel y el Prix Sorcière. Su trabajo también ha sido publicado en numerosos países con mucho éxito. En 2015, recibió por Corazones de gofre el Súper Premio que otorga la prestigiosa revista Andersen de Italia al mejor libro del año.


                                      
Como opiniones hay muchas, voy a dar la mía. 

No hay nada mejor que tener un hermano. Aunque, a veces, tenerlo signifique sobrevivir a una avalancha diaria de energía, ocurrencias y caos. En Oskar y yo, Maria Parr nos regala una historia divertida, tierna y profundamente humana sobre los lazos que nos unen incluso cuando nos hacen perder la paciencia.

Ida, la narradora, nos introduce en su mundo cotidiano, ese universo donde su hermano pequeño Oskar reina con su carácter salvaje, testarudo y entrañable. A través de las estaciones, desde safaris primaverales por el río hasta misterios otoñales con vampiros imaginarios, Maria Parr construye una novela que respira infancia por todos sus poros: imaginación, descubrimiento, risas y también esos pequeños duelos que llegan con el paso del tiempo.

El talento de Maria Parr vuelve a brillar en su forma de retratar lo cotidiano con emoción y humor, consiguiendo que los lectores, tanto jóvenes como adultos, se vean reflejados en los enredos, las discusiones y los gestos de cariño que solo existen entre hermanos. Su prosa, siempre cálida y cercana, nos recuerda que crecer no es solo hacerse mayor, sino aprender a mirar el mundo con nuevos ojos. 

Las ilustraciones de Zuzanna Celej vuelven a ser el complemento perfecto: delicadas, expresivas y con esa atmósfera nórdica que envuelve la historia como un abrazo.

Ideal para lectores infantiles y juveniles a partir de diez años, pero también para adultos que disfrutan de la buena literatura que emociona sin artificios. Y es que, al acercarse las fechas navideñas, cuesta resistirse a volver al universo de Maria Parr, donde el invierno huele a galletas, amistad y travesuras compartidas.

                                           

Aquí va mi opinión personal, sin filtros:

Leer Oskar y yo ha sido como volver a mi propia infancia: a esos días en los que una pelea con un hermano podía durar cinco minutos… o toda la tarde, pero siempre terminaba en risas. Oskar me ha recordado a ese torbellino familiar que todos conocemos, el que te desespera y al mismo tiempo te llena la vida, y Ida, con su paciencia y ternura, es la voz que pone palabras a lo que muchos sentimos sin saber decir.

Me he reído con las ocurrencias de Oskar, me he emocionado con los pequeños momentos en que el amor fraternal se cuela sin pedir permiso, y he cerrado el libro con esa mezcla de nostalgia y gratitud que solo dejan las buenas historias.

Maria Parr tiene una sensibilidad única: convierte lo cotidiano en algo extraordinario, y consigue que lo más simple, un paseo por el río, un enfado, una tarde de juegos, se sienta trascendente. Oskar y yo no solo habla de la infancia, habla del amor en su forma más pura: la que se da sin pensar, con todas sus imperfecciones.

Quizás por eso me parece una lectura perfecta para estas fechas. Cuando el frío aprieta y uno busca historias que calienten el alma, Maria Parr siempre aparece con su mezcla de humor, ternura y verdad.

«Eso es porque empiezas a hacerte mayor, Ida. Cuando te haces mayor, las cosas se vuelven más pequeñas»
           
«𝑸𝒖𝒆 𝒅𝒊𝒔𝒇𝒓𝒖𝒕𝒆𝒏 𝒅𝒆𝒍 𝒗𝒊𝒂𝒋𝒆. 𝑪𝒐𝒏 𝒔𝒖𝒆𝒓𝒕𝒆 𝒐𝒔 𝒍𝒍𝒆𝒗𝒂𝒓á 𝒂 𝒍𝒖𝒈𝒂𝒓𝒆𝒔 𝒒𝒖𝒆 𝒏𝒖𝒏𝒄𝒂 𝒊𝒎𝒂𝒈𝒊𝒏𝒂𝒓𝒐𝒏»

#𝒚𝒐𝒍𝒆𝒐𝑵𝒐𝒗𝒆𝒍𝒂, ¿𝒚 𝒕ú?

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